Sabido es que el equipo blanco siempre tiene en la Catedral a un territorio hostil dada la inveterada rivalidad entre ambos equipos, un enconamiento surgido en aquellos tiempos pretéritos en los que leones y merengues se jugaban los títulos entre sí cada dos por tres y que se ha prolongado en el tiempo.
Desde entonces, el partido del año en Bilbao es, para la afición del Athletic, el de la visita del Real Madrid, con el que ahora no hay tanta rivalidad deportiva, pero si alguna otra. La última, sin duda, la surgida a raíz de la negativa del club blanco a ceder su estadio para la disputa de la final de Copa, lo que ha impedido contar con un escenario capaz de albergar a la enorme demanda de hinchas rojiblancos.
Ello va a provocar una hostilidad especial hacia el máximo dirigente del Real Madrid, un Florentino Pérez que, en el caso de que acuda al duelo de San Mamés, tendrá que aguantar reprimendas de todo tipo dado que buena parte de la afición del Athletic le hace culpable de dicha negativa. Su colega Josu Urrutia, que cree que las relaciones institucionales no se van a resentir por este asunto, considera madura a la afición del Athletic que "sabrá como tiene que recibir a Florentino".
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