BIELSA: "SERÍA MUY BONITO ESTAR AHÍ"
Un entrenador distinto, con una peculiar visión del juego. Hombre de costumbres, cinéfilo y filosófico, al que le gusta dar paseos y tener largas conversaciones, que vive por y para el fútbol. Así es Marcelo Bielsa. Muchos le tachan de raro, no deja nunca indiferente a nadie y con su personalidad se sabe ganar la admiración de todo aquel que logra conocerle. Un hombre que deja huella allá por donde va.
El programa 'Informe Robinson', de Canal Plus, emitió el pasado lunes un reportaje en el que indagan cómo ha sido su vida, un viaje a su pasado, para entender mejor su presente, todo ello contado por quienes mejor le conocen. Uno de ellos es José Falabela, uno de sus amigos de la infancia. «Una vecina, cansada de balonazos, llamó un día a la Policía. Él fue detenido y no abandonó la comisaría hasta que recuperó el balón. Cuando volvió seguimos jugando».
El fútbol siempre ha estado por encima de todo en su vida. Se desvió del camino marcado. Con varias generaciones de abogados en su familia, ingresó con 13 años de edad en la cantera del Newell's, el equipo de Rosario, su ciudad, de la que más tarde fue su máximo responsable. Consciente de sus limitaciones dejó la práctica del fútbol con 26 años, tras disputar tres partidos en la Primera División argentina. Llevó a cabo un reclutamiento de jóvenes jugadores sin precedentes. Tras ganarlo todo en las categorías inferiores consiguió hacer realidad su mayor deseo: dirigir al primer equipo y llevarlo a lo más alto. Y cuando vio que no podía sacar más de él, se fue a México.
Años después asumió su reto más importante, la selección argentina, con la que se llevó la medalla de oro en Atenas. Se fue alegando «fatiga», y recaló en Chile, donde aún hoy en día es adorado como un ídolo. Hizo renacer a su selección y se involucró en el país más allá de lo deportivo.
Desde hace unos meses, los que le muestran su admiración son los seguidores del Athletic. De Marcos afirma en el reportaje que «tras salir muy contento de un partido», Bielsa le dijo que «lo había hecho todo mal». Ha devuelto la alegría a la afición rojiblanca y él es uno más de los que sueña con sacar la gabarra. «Muchas veces ha mirado una imagen que hay dentro -de las instalaciones de Lezama-, de la celebración, y nos dice que sería muy bonito estar ahí», desvela Herrera en otro momento del documental.
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