BIELSA: "Perder las finales sería muy triste. Que Dios nos proteja"

Marcelo Bielsa mostró ayer todo su repertorio, su esencia, en la multitudinaria rueda de prensa resultante de la jornada de puertas abiertas con motivo de la final de la Liga Europa. El argentino repasó al detalle, entre enfados y sonrisas, todo lo que palpa y percibe en vísperas de una cita histórica para el Athletic. Esconder el valor de una final europea es imposible y hacer lo propio ante la posibilidad de una derrota se antoja igualmente difícil. Tal vez por eso, el rosarino no pudo evitar recurrir a lo divino para expresar su deseo de devolver la gloria a Bilbao: "Llegar a dos finales es siempre valioso. Ganarlas es mucho más valioso y perderlas es muy triste. Estoy satisfecho por haber llegado, ilusionado por ganarlas y que Dios nos proteja de perderlas".

En la cuenta atrás al partido de Bucarest, mantener fría la cabeza de los jugadores podría ser algo complicado, pero Bielsa reconoce lo contrario: "Me he dado cuenta de que todo lo que tenga que ver con la ansiedad, o la preparación anímica previa a un partido, nunca fue una dificultad que el equipo no pudiera resolver por sí mismo". La pasión y la identificación con el escudo son ingredientes que bastan para que los jugadores asimilen la trascendencia de la cita, por lo que su guía es reacio a castigarlos con más guerra psicológica: "Los jugadores tienen un componente amateur muy significativo en la relación que establecen con el juego propiamente dicho que hace que construyan, a través de las ilusiones que les generan los partidos inolvidables, un estado anímico adecuado. Hay veces que las intervenciones excesivas yo las vivo como una especie de chantaje".

En la última semana poco se puede hacer para que la plantilla del Athletic muestre un carácter diferente al que le ha llevado a la final. "Eso se viene moldeando desde atrás", explica Bielsa, "tiene que ver con una forma de enfrentar la alta competición que hemos venido moldeando, no solamente bajo mi estímulo o bajo mi orientación, sino entre todos. Yo aprendí también muchas cosas del prepartido conviviendo con estos jugadores".

LA HUELLA DE GURPEGUI E IRIBAR

"Estamos expectantes, ilusionados y deseosos de poder jugar un partido tan importante y atractivo para todos nosotros", confesaba ayer el entrenador del Athletic. Para impregnarse de esa ilusión, no duda en agarrarse a los valores añadidos que aporta cada integrante del club rojiblanco. "Vamos a contar con todos y con algo más", decía el técnico. Ese algo más, por ejemplo, es el granito de arena que aporta Carlos Gurpegi: "Es emblemático. Esté o no esté entre los que participen activamente, su presencia siempre es notable. Hay un montón de aspectos vinculados con la intimidad del equipo que testimonian que lo que digo no es un juego de palabras, sino una presencia efectiva más allá de sus minutos en el campo. Todo el club lo admira y lo respeta. Estas palabras se dicen cuando se despide a un jugador; nosotros las decimos para darle la bienvenida después del año de ausencia".

Pero Bielsa también ha encontrado inspiración en las palabras de José Ángel Iribar, quien ya vivió dos finales, de Copa y UEFA, en 1977. "Le hago comparecer conmigo, como hago yo con la prensa", bromeaba el argentino, "siempre charlamos. Tengo tanta admiración por lo que él significa y por lo que él relata y vivió que sé de qué se trata".

La consecución de un título supondría un paseo en gabarra. El entrenador del Athletic anhela presenciar la celebración, no por él mismo, sino por lo que supone para la familia rojiblanca: "Me hace ilusión que la institución tenga la alternativa de la gabarra. Es muy difícil personalizarlo porque, si hay algo que tiene este club, es el predominio de la expresión colectiva sobre cualquier incidencia personal o particular. No me ilusiono por mí, sino porque suceda. Ojalá suceda".

SATISFECHO PERO NO AL 100%

A pesar de que el entorno rojiblanco se frota los ojos ante la gran temporada del Athletic, Marcelo Bielsa sigue siendo parco a la hora de hacer valoraciones y delimita claramente el papel del equipo en cada competición: "Estoy satisfecho por haber llegado a la final de la Copa. Nadie está insatisfecho por llegar a una final. La evaluación habrá que hacerla según se gane o se pierda. Lo mismo es aplicable en la UEFA. En la Liga no puedo decir lo mismo porque estábamos en condiciones de tener 10 puntos más de los que tenemos. No tenía que haber pasado nada demasiado extraño para que tengamos 10 puntos más de los que tenemos. Nadie puede estar satisfecho si obtuvo un 20% menos de lo que pudo lograr".

Siempre humilde, el exseleccionador de Argentina y Chile volvió a agradecer el legado de Joaquín Caparrós, pero también resaltó la evolución del equipo desde que se moldea en sus manos: "Yo me he servido de muchos pasos que dio el anterior entrenador y también considero que estoy haciendo algunos aportes para el futuro. La explicación de la última derrota contra el Real Madrid no pasa por la ausencia de cinco jugadores habituales. Eso quiere decir que los que juegan menos se parecen cada vez más a los que juegan habitualmente. Creo que es un capital muy importante para un club como este en el que cada jugador debe ser cuidado como una joya porque los tiene que construir y su sustitución es un procedimiento mucho menos fácil que en otras instituciones".

LOS INTERMEDIARIOS DE SIMEONE

El miércoles Bielsa se encontrará con un equipo entrenado por uno de sus pupilos, Cholo Simeone. Ayer confesó que los dos han pactado eludir el contacto entre ambos: "Acordamos no dirigirnos la palabra hasta un mes después de la final. Burgos oficia como su intermediario, pero yo también tengo el mío".

PEGADA DEL ATLÉTICO

Al respecto del rival, el Atlético de Madrid, ha adelantado que el Athletic intentará que la pegada, "el rasgo más importante" del conjunto colchonero, "no se haga visible". Especialmente la del colombiano Radamel Falcao, del que tiene "la mejor opinión" y al que siempre ha "considerado un gran jugador".

BIELSA NO GRITARÁ: "¡ATHLETIC KARAJO!"

Una final es diferente a cualquier partido, pero el entrenador del Athletic espera que su equipo pueda saltar al verde con la misma fe que lo hizo en un campo tan complicado como Old Trafford: "Si fuera una decisión el jugar como en Manchester, ya estaría tomada. Sí, porque uno elige el procedimiento que cree que más le acerca al éxito y nosotros ya nos hemos expresado en ese sentido. Si no lo hiciéramos, no será porque no lo hemos planeado de ese modo. Hay imponderables o resortes que a veces uno no maneja. Sin ir más lejos, nosotros entramos al partido del Madrid pensando que en 15 minutos no le íbamos a dejar tocar la pelota a ellos. Y no la encontramos durante 15 minutos. No siempre las intenciones y los objetivos se corresponden con los logros que uno obtiene en el juego. Pero sí que vamos a intentar jugar desinhibidos, naturalmente que sí porque entendemos que nos acerca a la victoria". Y si todo funciona y el Athletic levanta un trofeo 28 años después, Bielsa no gritará ¡Athletic carajo! "La gente se da cuenta cuando uno falsea".