viernes, 1 de junio de 2012

KOIKILI escribe una carta de despedida

Me ha resultado bastante complicado comenzar a escribir estas líneas, un nudo en la garganta hace que la saliva no siga su curso, la emoción aflora y la congoja se apodera de mí. Un tsunami de recuerdos y sentimientos recorre mi memoria, encoge continuamente mi corazón y provoca una sonrisa tras otra en mi rostro. Son sensaciones parecidas a las que tenía en el año 2007, tras fichar, debutar y jugar casi 30 partidos en el equipo al cual me alisté cuando era un crío. Fueron meses tan apasionantes que apenas podía dormir, noches y noches de gaupasa provocadas por momentos, vivencias, gestos, situaciones a las cuales no estaba acostumbrado. Desde viajar con Luis Prieto y Beñat Etxebarria en el coche hacia Lezama, pasando por sentarme en el vestuario junto al Gallo, Gabilondo u Ocio, firmando todos los días a la salida de Lezama, las portadas, el debut en La Catedral el mismo día del cumpleaños de mi hermano Urtzi, aquel partido contra la Fiorentina jugando con la bota rota, el debut oficial ante Osasuna, el primer duelo contra Messi, la primera expulsión producida en el Camp Nou, el primer gol como rojiblanco el día que cumplía 27 años y precisamente el mismo día en que un año atrás fallecía mi aitite... Podría continuar así año tras año, temporada tras temporada, pero ello nos llevaría muchas líneas, difíciles de plasmar en un único artículo.



Por suerte se trata de recuerdos positivos, imborrables, vividos desde un lugar privilegiado. Quizás esta tendencia tenga que ver con mi forma de ser, puesto que la vida me ha enseñado a valorar las situaciones positivas por delante de las negativas. Aprender de las difíciles y valorar las positivas, afrontar las problemáticas y disfrutar con las agradables, ser autocríticos para la mejora continua y congelar los buenos momentos.

Y como en todos estos buenos momentos, los cuales agradezco profundamente al Athletic haber podido vivir, las personas que me han acompañado en este viaje han sido fundamentales. Personas con carencias y virtudes que han calado en mí y que siempre tendrán un hueco en mi pequeño corazón.

Sirvan estas líneas para agradecer mucho a muchas personas. Primeramente a todos los componentes de aquel Sestao River que me ayudaron a que el Athletic pusiera el ojo en mí, a Kike Liñero por su valiente apuesta, a Luis prieto, Tiko y Aduriz por ayudarme a integrarme rápidamente en la plantilla, a Gabi, Susa, Eki, Ibai, Azula y Arman por la afinidad y la gran amistad que nos une, al Gallo por su carisma y liderazgo, a Gorka y Toke por sus enormes corazones, a Fran por su arte y magia, a Muni, Demar, Herrera y Guaizo por su sonrisa y vacile constante, a Galarreta por su inocencia, a Aurte por lo sano y transparente que es, a Caparrós por su empuje, a Usta por su humor negro, a Andoni por su coherencia y su clase, a Meji por su fuerza, a Ocio y por su organización… sin olvidarme de los empeines prodigiosos de Sanjo y Pablo, lo despistadas y buenas personas que son Itu, Balen y Floris, la profesionalidad de Luis de la Fuente, la competitividad y los piques sanos con Gurpe, la amabilidad de Rulo y Xabier Losantos, la acción de Manolo, la transparencia de Urko, la cercanía y buen rollo con Josean y Paco, la predisposición de Morgan, la inteligencia de Josebita, el humor ácido de Muñoz, Expósito y Zubi, la sangre caliente de Narva y de Galar, la ayuda de Llopis e Iñigo De Cerio, la calidad de David, el poderío de Jabi, el perfeccionismo y análisis de Bielsa, la disponibilidad y vacile de Ipi y Alvarito, la compañía de Xabi Clemente, los buenos momentos con Gurtu y Alfonsito, a Jabotxa por lo grande que es el pequeño de él, a Garmen y Casti por sus comentarios picantes, a Txetxu y Escalza por lo bien que me han tratado, a Moran por la relación de amor-odio, la humildad y el compromiso del Txopo, la explosividad de Igor Martínez, a todas y cada una de las personas con las cuales he tenido relación dentro de Lezama.

¡Externamente, qué decir! Gracias al Athletic he sentido el cariño de tanta gente que es imposible agradecerlo en tan poco espacio. Gracias a este club, he mantenido una estrecha relación personal con muchos periodistas, he recibido el apoyo permanente por parte de la afición y mucha fuerza por parte de seguidores/as que se encontraban en ambas bandas así como en los fondos de San Mamés, además del aplauso de personas que se ubican en las tribunas y de otras que no acuden habitualmente al estadio.

Por último, quizás el agradecimiento más emotivo se vincula al ámbito personal. Hemos disfrutado y sufrido tanto durante estos 5 años, que el orgullo de pertenencia a los colores rojiblancos ha inundado a todo mi entorno. Me siento especialmente querido por las personas que por voluntad propia crearon sendas peñas en Gatika, Otxandio y el barrio bilbaino de San Ignacio, por mis grandes amigos Txema, Imanol, Uri, Tuto, Ioritz y Aramaio y por muchos otros amigos/as que ya tenía, así como por las nuevas amistades surgidas. A todos vosotros/as y a mi familia en particular, más unida e incluso ampliada durante la andadura rojiblanca, os estaré eternamente agradecido por vuestra compañía en este hermoso viaje. Es todo un orgullo constatar que por conocerme os habéis identificado a tope con nuestros colores.

Mi amatxu me enseñó a ser agradecido, por ello y por todo lo anterior:

Eskerrik asko Athletic!

No hay comentarios: