Mientras en Bilbao los aficionados hacían cola ayer en las taquillas de San Mamés para visitar al Sporting de Portugal la próxima semana, en Lisboa el club luso atravesaba un mal momento a nivel institucional. La Policía Judicial portuguesa, que investiga un caso de calumnia y aparente soborno a un árbitro, registraba las instalaciones de la entidad en el estadio José Alvalade e imputaba a uno de sus vicepresidentes, Christopher Pereira, quien a lo largo del día emitió un comunicado en el que renunciaba a su cargo para no perjudicar la imagen del Sporting. El hasta ahora vicepresidente del Sporting, es un antiguo inspector de Policía responsable en el club del área de Infraestructuras y Patrimonio. La policía lusa ha abierto una investigación en las últimas fechas a raíz de una denuncia de un delito de calumnia que, según los medios de información de Portugal, gira en torno a un supuesto soborno a un árbitro auxiliar, José Cardinal, en un partido de los cuartos de final de la Copa portuguesa contra el Marítimo de Funchal. Al parecer, este árbitro está bajo investigación policial por haber sido, supuestamente, el destinatario de una transferencia en efectivo de 2.000 euros antes de un choque de la Copa. Cardinal recibiría el dinero procedente de una entidad bancaria de Madeira, pero pocas horas antes de disputarse el citado partido, el Consejo de Árbitros de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) decidió apartarlo del partido por "motivos personales". El Sporting de Portugal ganaría dicho encuentro por un contundente 3-0.
El vicepresidente Christopher Pereira renuncia a su cargo, aunque se declara inocente.
El Athletic ya se ha visto perjudicado por sobornos del Girondins en 1984 y del Fenerbache esta misma temporada.
Las dudas sobre el caso se han multiplicado ante la falta de información, pero no se descarta que las investigaciones de la Policía fuesen encaminadas hacia un soborno simulado por el árbitro y tuviesen que dar un giro al encontrar indicios sospechosos en la figura del dirigente lisboeta. Además de las instalaciones del Sporting, el hogar y la empresa de Pereira también fueron objeto ayer de intensos registros. La renuncia del vicepresidente a su cargo en la directiva no implica que se declare culpable, pero sin duda afecta al clima del club y del equipo en vísperas de una cita tan importante como es el partido de ida de las semifinales de la Liga Europa que disputa el próximo jueves contra el Athletic. precedentes Curiosamente, el Athletic ha visto cómo a lo largo de su historia ha tenido diferentes contactos con clubes acusados de sobornos y compras de partidos. Sin ir más lejos, esta temporada el equipo de Bielsa vio cómo se suspendía el partido de vuelta de la primera ronda de la Liga Europa al tomar la UEFA la decisión de ocupar la plaza de Liga de Campeones de un Fenerbahce investigado por la compra de partidos en Turquía con el Trabzonspor, que pugnaba con los rojiblancos por pasar a la fase de grupos. Mirando al pasado, el Athletic se vio perjudicado por el soborno arbitral que el Girondins de Burdeos perpetró en el partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa de Europa de 1984. En aquella ocasión, el Athletic de Clemente sucumbió por 3-2 en Francia con un arbitraje más que sospechoso. En 1999, en un juicio contra un directivo galo por malversación de fondos, el intermediario croata Ljubomir Barin confesó que el Girondins había sobornado al trío de árbitros encabezado por el italiano Paolo Casarin con regalos, comidas y prostitutas. "Los árbitros se pegaban por ir a Burdeos ese año", declaró Barin ante el juez.