EL LEÓN DEL ATHLETIC RUGE MÁS FUERTE
ATHLETIC 3-1 SPORTING
Bucarest espera al Athletic. La gloria europea aguarda a los rojiblancos, a una entidad legendaria que pugnará en la capital rumana por conseguir su primer título continental. El sueño sigue vivo. Arde. Está ahí, a 90. A 120 si hay prórroga. Será el 9 de mayo, a partir de las 20.45 horas, frente al Atlético de Madrid de Simeone. Gracias a unos gladiadores que a base de garra, buen juego, efectividad -y también una enorme dosis de agonía y sufrimiento, de tensión en la vuelta de semifinales contra el Sporting- han ido superando etapas, muchas de alta montaña, con un rendimiento inmenso, para planterse en la final de la Europa League. A eso de las once de la noche San Mamés ha estallado. Toda la tensión acumulada ha explotado tras doblegar al correoso grupo portugués. Bufandas al viento. "¡Oé, oé, oé!". El pasaporte se había sellado. "¡Athletic, Athletic, Athletic!". Lágrimas de Herrera, Llorente, Muniain... Sonrisas también. La remontada, una palabra que la familia rojiblanca llevaba pronunciando desde el final del duelo de ida en Lisboa, se ha rubricado en el último instante cuando los lusos ya firmaban la prórroga. 40.000 voces se han fundido en una para rendir honores a unos profesionales que han engrandecido aún más a un club único en el fútbol, rodeado de multimillonarios, de multinacionales, de entidades que abandonan el sentimiento, la pasión y la cercanía de su gente en busca de la mayor rentabilidad económica. Con productos de la tierra y con un técnico que ha sabido exprimir lo mejor de una hornada con mucho futuro, los 'Bielsa babes', como les bautizó Jon Agiriano, cronista de "El Correo", tras la inolvidable exhibición de Old Trafford, los rojiblancos pelearán en diez días por recibir el trofeo de la Europa League de manos de Michel Platini. ¡Nos vamos a Bucarest!
Koldo Aguirre, Iribar, Villar, Rojo, Dani, Irureta, Goikoetxea, Carlos... Algunos de los pioneros de aquella final de hace 35 años, en 1977, frente a la Juventus, ya tienen dignos sucesores. Responden al nombre de Marcelo Bielsa, Iraizoz, Muniain, De Marcos, Iraola, Susaeta, Javi Martínez, Llorente, por citar a los que más minutos han acumulado. Porque sería un error no recordar, por ejemplo, a Ibai Gómez, con aquel torpedo que heló a un Schalke 04 que creía en la voltereta, esa segunda diana de esta noche o la asistencia en el gol decisivo del campeón del mundo de Rincón de Soto. O a Ander Herrera e Iturraspe, que han manejado el centro del campo con maestría y precisión durante la competición y ni mucho menos a Aurtenetxe, autor de 2 goles en europa, ni a un Amorebieta inmenso, que está completando la mejor temporada de su carrera. Tampoco se puede olvidar aquella exhibición de Old Trafford. O aquella lección de efectividad en Alemania, o también el sufrimiento en la vuelta frente al Lokomotiv... Todos los futbolistas y su técnico han alcanzado la categoría de héroes para una generación que sólo conocía aquella final de 1977 por imágenes en blanco y negro, por algunas crónicas o por relatos de sus familiares. Ahora no. Ahora serán ellos los que podrán contar a sus descendientes que ellos también han paladeado un encuentro de tanta magnitud. Y algunos afortunados se sentarán en el estadio Nacional de Bucarest para presenciar quizá el choque del Athletic más trascendental de las últimas décadas. Vibrarán con ese duelo.
Como lo han hecho en 'La Catedral' en otra noche de ensueño. Y van... Así se ha celebrado, con una gran comunión entre gradas y futbolistas. Y todo ha sido gracias a un enorme despliegue de los pupilos del entrenador rosarino. Con la alineación anunciada por Bielsa en la previa, el 'once' de gala con el único cambio de un Ibai que crece cada día por el sancionado De Marcos, la estrategia estaba clara: marcar. No se podía hacer otra cosa. Eso sí, sin locuras. Había 90 minutos para perforar la portería de Rui Patricio. Las prisas nunca son buenas consejeras. La ansiedad no es sinónimo de acierto. Los primeros minutos fueron un intercambio de golpes entre ambos conjuntos, un poco mejor el Sporting, que igual que en Lisboa se ha mostrado como una escuadra valiente, esperando su oportunidad atrás para robar el balón y salir a toda la velocidad hacia el marco de Iraizoz. También se notó a los futbolistas del Athletic un tanto nerviosos, como si les pesara la responsabilidad de saber que en sus botas estaban depositadas las ilusiones de una gran cantidad de personas. Si no no se explica, por ejemplo, el error de Javi Martínez en el minuto 7, cuando le ha regalado un balón a Van Wolfswinkel. Susto.
Ahí parece que han sido conscientes los profesionales rojiblancos de que se debían comportar como en cualquier otro partido. De inmediato, han reaccionado, y Javi Martínez, desde su campo, ha asistido a un Llorente, inmenso en la vuelta de semifinales, que ha rematado en semifallo. Avisos en las dos porterías. A continuación, Amorebieta ha sido el pasador, pero el riojano, perseguido por Polga, ha caído. El campeón del mundo era el faro ofensivo rojiblanco. A él le buscaban sus compañeros. Él es el máximo goleador. El hombre del área. Y los bilbaínos se han ido acomodando en el terreno de juego tras las primeras envestidas de los lusos. El escenario era el que le gusta a Bielsa. El equipo tocando el balón, mandando, siendo protagonista del encuentro. Se reconocía a la escuadra que ha maravillado a toda Europa en la segunda competición del continente. Era ese Athletic en el que poco a poco sus hombres se atrevían a dejar sus mejores perlas sobre el césped. Primero lo intentó Ibai Gómez. Y, al instante, llegó la diana rojiblanca. ¡Vaya jugada! Para enmarcar. De lujo. Construida por Herrera, rematada por Susaeta. Eso sí, con una asistencia maravillosa de Llorente, que ha dejado el balón franco en el área pequeña para que fusilara el eibarrés, el único profesional que ha jugado todos los partidos de esta temporada. 1-0.
Ya estaba la diana. El gol. Lo que se necesitaba. Por si acaso se debía marcar el segundo. Porque igual que en el José Alvalade el tanto en contra sirvió a los de Sa Pinto, al borde del infarto en el banquillo, para reactivarse. Sufrió durante unos minutos el Athletic. Por medio de Capel, Martins y Perereirinha, los 'leones' lusos, que mediada la primera parte ganaban en posesión (49%-51%), se acercaban con peligro a los dominios de Iraizoz. Pero la seriedad defensiva local impidió la igualada, también con una providencial intervención del navarro a un remate de cabeza de Polga.
Espoleado por su afición, siempre gritando, a tope, fiel, los bilbaínos han acumulado ocasiones. Sin puntería. Llorente, Ibai Gómez, Herrera... Nadie acertó. En cambio, sí lo hizo Van Wolfswinkel a falta de poco menos de cinco minutos para el descanso. Tras un rechace, el matador holandés se encontró con el balón y superó a Iraizoz. 1-1. Jarro de agua fría. Una diana recibida en un momento crítico, cuando más duele en el apartado mental. Pero el Athletic se ha rearmado de inmediato. Otra vez con Llorente de asistente, magnífico. E Ibai de ejecutor. Ahora sí, como contra el Schalke ha aparecido en un instante providencial. 2-1. Eliminatoria igualada. De momento, prórroga.
Por eso había que marcar tras el paso por el vestuario. Y la escuadra de Bielsa (que ha estado más calmado de lo habitual en la primera mitad) se empleó a fondo para conseguirlo. De nuevo, carrusel de oportunidades. La mejor, un cabezazo al palo de Javi Martínez. Por poco. Antes Llorente había tenido otra. También Ibai... Aunque el Sporting seguía a lo suyo. A sus rápidos ataques. Velocidad made in Capel. Aunque fue Insúa el que estrelló el esférico en el palo tras un saque de falta.
Quedaba mucho. Demasiado. Pelea constante del Athletic. Veía Bucarest cerca. En ese momento, en las apuestas se pagaba menos un gol vizcaíno que de los portugueses: se observaba más cerca el tanto local. “Jo ta ke, irabazi arte!”, tronaba 'La Catedral'. Rugía San Mamés. Y los lisboetas, mientras, a lo suyo: con alguna triquiñuela para perder tiempo, algo que tampoco les beneficiaba. El finalista de Copa lo intentaba (los supersticiosos recordaban que hace 35 años también hubo doble ración de finales, esperemos que este año con resultado diferente). Tiro lejano de Iturraspe. Llorente también lo intenta. Pero nada. Se agotaba el tiempo. La prórroga -toc, toc- llamaba a la puerta. Cualquier detalle podía decantar la balanza hacia uno u otro lado. Seis minutos más el descuento. Corazones a mil. Los tres cambios, aún por hacer. El cansancio se notaba en ambos equipos. Imprecisiones en ambas escuadras. Hasta que apareció Ibai en el área por la banda izquierda. Un recorte, dos. Centro con la izquierda que encuentra a Llorente y, trás golpear en el poste, el balón entra. Gol que hacía justicia tanto a la escuadra bilbaíno, que lo había merecido mucho antes, como al derroche del delantero. El billete estaba sacado. Aunque el Sporting, que se había fiado a la prórroga, asustó con un tiro lejano. Sin más.
Ya está. 35 años después, otra final continental. Y allí estará el Athletic. ¡¡¡Nos vemos en Bucarest!!! A por el primer título continental. Con sufrimiento, pero en la capital rumana estará el Athletic. Será en diez días.
Ficha técnica:
Athletic: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Herrera (Íñigo Pérez, min.94), Muniain (Ekiza, min.90); Susaeta, Ibai Gómez (Toquero, min.93) y Llorente.
Sporting de Portugal: Rui Patrício; Joao Pereira, Polga, Xandao, Insúa; Schaars, André Martins (Carrillo, min.83), Matías Fernández (Carriço, min.46); Pereirinha (Jeffren, min.63), Capel; y Van Wolfswinkel.
Goles: 1-0, min.17: Susaeta. 1-1, min.43: Van Wolfswinkel. 2-1. Ibai Gómez. 3-1, min.88: Llorente.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a los locales Amorebieta, Ibai Gómez, y a los visitantes Van Wolfswinkel, Carriço y Xandao.
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de Liga Europa, presenciado en un San Mamés lleno por 40.000 espectadores, 2.000 de ellos seguidores visitantes. Noche agradable y terreno de juego en buenas condiciones.
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